Por: Angie López
tw: @anjunkie3_0
El polémico tema de los transgénicos no
sólo es un problema económico o de salud; es también un problema social.
Fortunato Esquivel, periodista boliviano, publicó en Pressenza
que a finales del año pasado, “los autodenominados grandes productores
de alimentos agrícolas se esforzaron como nunca en convencer al pueblo
sobre la ‘urgente’ necesidad de incursionar en el uso de la
biotecnología para producir en mayores proporciones”. Bajo este
argumento, utilizar semillas genéticamente modificadas para la
producción de alimentos transgénicos sería la mejor opción.
Llama la atención que, históricamente,
los grandes avances científicos han sido destinados en un principio a
los ricos y, mucho después, a los pobres. Sin embargo, en este caso, se
dirige primero a los pobres. Para el periodista, esto despierta
sospechas sobre la razón del cambio.