La Confederación Kichwa del Ecuador, extiende la Cordial Invitación al Acto de BARA CHIMBACHIK (Traspaso de Autoridad) al nuevo Consejo de Gobierno de la gloriosa ECUARUNARI,  a realizarse el día jueves 16 de mayo del presente año desde las 9h00 en el Teatro Prometeo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en la ciudad de Quito.  La concentración será en el parque El Arbolito.

 



  Carlos Pérez Guartambel
                                                                                                            
Carlos Pérez Guartambel ha sido elegido presidente de la Ecuarunari. Escritor, jurista, historiador, abogado, ecologista, músico, toca la quena y el saxofón, aprecia lo mismo un yaraví que un blue. Sobre todo es un luchador a favor de las naciones originarias que resisten al acaparamiento de la tierra y a la destrucción de la naturaleza. Su madre, chola cuencana de apellido cañarí, es quichua hablante; peona de hacienda, prefirió que le descontaran de su magro salario dos días para viajar a Guayaquil a comprar un saxofón para Carlos. Su padre, que no pudo ir a la escuela, ejerce muchos oficios; también es músico y labra la tierra.
Sin embargo el diario El Telégrafo, portavoz oficioso del gobierno, tratando de objetar los merecimientos de Carlos para ocupar la presidencia de la Ecuarunari, publicó que “un mestizo es ahora presidente de la Ecuarunari.” Son cosas de una prensa que no se considera a sí misma “corrupta”.
Carlos es un quichua universal. En su libro Justicia indígena(525 páginas), hace un recuento erudito de la Historia del Estado y el Derecho. Reconsidera  los procesos jurídicos del país en el pasado como condición para comprender la singularidad histórica de la etapa actual. Aunque menciona las cláusulas democráticas formuladas en las últimas constituciones, señala los límites ideológicos que impiden organizar un Estado plural. Pone en evidencia que los gobiernos de turno no toman en cuenta las ideas y propuestas indígenas para organizar y dirigir el estado. Asimismo, que el Sumak kausay real, el que propone alternativas al neoliberalismo, está siendo reemplazado por una versión oficial que encubre su afinidad con  este. 

Advierte  que los derechos colectivos están respaldados por convenios internacionales, como el 169 de la OIT. Reflexiona sobre la compleja situación del país frente a las exigencias del neoliberalismo. Muestra una excepcional capacidad para percibir las culturas en su esencia y optar por la interculturalidad y el pluralismo jurídico. Hace referencia al valor histórico-intelectual de los pueblos originarios como depositario de fuerzas creadoras. A ellos está dedicado el libro, cuyo epígrafe alude al concepto filosófico quechua del tiempo-espacio: “Caminamos hacia el futuro siguiendo las huellas de nuestros antepasados”.
Su segundo libro, ¿Oro o agua?, lo presenta como apasionado luchador contra la subordinación del país al azaroso juego de las fuerzas del mercado, y como defensor de la tierra y el agua ante la rapacidad  del sistema. Sus ideas y acciones le han valido la cárcel, pero Quimsa Cocha se ha convertido en un símbolo de defensa de la vida, gracias a las denuncias que hace en esa obra. Hay otros aspectos que se podrían destacar en su hoja de vida, pero los citados son suficientes para comprender por qué El Telégrafo trata de menoscabar su imagen. Al fin y al cabo, a ningún gobierno autoritario le conviene tener al frente a dirigentes decididos, ilustrados y rectos. Y con mayor razón si encabezan movimientos de la importancia de la Ecuarunari.